El 20 de agosto, en Fundación ARU recibimos a Stéphanie Alenda, PhD. En sociología, profesora de la Universidad Andrés Bello en Chile y Directora del Núcleo Milenio sobre Crisis Políticas en América Latina (CRISPOL). La visita permitió reflexionar sobre los desafíos actuales de la investigación social y el valor de combinar enfoques cuantitativos y cualitativos para comprender fenómenos políticos y sociales complejos. 

Alenda subrayó que aún existe una predominancia de lo cuantitativo, es decir, la tendencia a privilegiar los números por su aparente objetividad y facilidad de publicación. Frente a ello, destacó que los métodos cualitativos (como las entrevistas etnográficas, los grupos focales o el process tracing) ofrecen una mirada insustituible para captar percepciones, dinámicas sociales y matices que los datos estadísticos no siempre revelan. 

El process tracing, en particular, fue presentado como una herramienta clave para estudiar crisis políticas. Este método permite reconstruir los mecanismos internos que conducen a un desenlace, analizando decisiones críticas y episodios específicos. A diferencia de los estudios que buscan generalizaciones, esta perspectiva se concentra en la historia y el contexto de cada caso, iluminando las singularidades de los procesos políticos percibidos por la ciudadanía como un punto de inflexión. 

La charla también puso en relieve los retos del trabajo cualitativo: el acceso a informantes clave, el tiempo y la dedicación que exige la inmersión en el trabajo de campo, y la necesidad de reflexividad por parte del investigador para reconocer sus propios sesgos. En este marco, Alenda resaltó el valor de herramientas como el diario de campo y de una aproximación etnográfica en todo proceso de investigación. 

Para la Fundación ARU, la visita representó una oportunidad de conectar estas reflexiones con su propia experiencia. El equipo compartió cómo los encuestadores, al aplicar cuestionarios en distintas regiones del país, suelen recoger comentarios y observaciones que complementan, y a veces cuestionan, los resultados cuantitativos. Incorporar estas voces en productos de investigación, señaló Alenda, puede fortalecer la capacidad de la Aru para generar conocimiento con mayor profundidad y relevancia pública. 

Finalmente, se destacó la importancia de producir análisis rigurosos y objetivos que contribuyan a la toma de decisiones y a la prevención de futuras crisis políticas. En este sentido, la investigación social no solo aporta comprensión académica, sino que también fortalece la institucionalidad democrática y las políticas públicas en la región. 

Con este encuentro, la Fundación ARU reafirmó su compromiso con la investigación rigurosa y de calidad, que articula datos y narrativas para ofrecer una mirada más completa sobre los desafíos políticos y sociales que enfrenta Bolivia y América Latina. Agradecemos esta charla y quedamos con muchos aprendizajes para seguir mejorando.